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martes, 30 de diciembre de 2008

Comentarios bíblicos en Internet

Otro enlace muy interesante a materiales bíblicos que podéis encontrar en la web. Esta vez se trata de los fascículos "Tiempo Interior", escritos por José Joaquín Gómez para el sitio www.salesianos.edu. Podéis descargarlos desde aquí:
http://www.salesianos.edu/home.asp?at=recursossemanales

domingo, 28 de diciembre de 2008

Lectio Divina 28 diciembre. La Sagrada Familia

Lucas 2,22-40
Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, ,los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor", y para entregar la ofrenda, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones".
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: "Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tus siervos irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel". Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: "Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma".
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.
Lucas es un buen escritor; sabe ir dejando caer poco a poco sus ideas para que vayan calando en el lector, sabe qué cartas mostrar y cuál guardarse para más adelante. El problema está en que nos hemos acostumbrado a leer el evangelio a trocitos, y además, a trocitos desconectados, y por eso a veces se nos escapan ideas fundamentales.
En el evangelio de hoy, por ejemplo, aparece por primera vez la mención de "todos los pueblos". Hasta ahora, Lucas nos había hablado de la esperanza de Israel, del Mesías de Israel, del trono de David sobre el pueblo elegido; quizá en el himno del Gloria que cantan los ángeles ante los pastores puede adivinarse cierta apertura a los demás pueblos. Pero es ahora, en las palabras de Simeón, cuando Lucas nos presenta uno de los temas más importantes para él, tanto que le va a dedicar toda la segunda parte de su obra, los Hechos de los Apóstoles.
El evangelista es muy consciente de que lo que está diciendo cuesta de comprender y de vivir: dice a los judíos que abran su mente porque el mensaje de Jesús irá dirigido a todo el mundo y no sólo a ellos, y dice a los no judíos que su salvación viene de los judíos, de ese mesías que ellos esperaban. Esto nos puede hacer pensar ya a nosotros en cuáles son nuestras esperanzas. ¿Realmente necesitamos que Dios nos salve? Si es así, ¿de qué?, ¿cuáles son nuestros miedos, nuestras inquietudes, nuestras inseguridades? Y si no necesitamos ninguna salvación, también podemos preguntarnos, ¿hemos llegado ya a la total felicidad?, ¿no podemos seguir dando pasos hacia un ideal de mayor donación, entrega, y alegría auténtica?
Nuestro texto tiene lugar en Jerusalén, en el templo, centro de la fe judía, desde la que parte, según Lucas, la salvación para todos los pueblos. Allí hay dos personas, un hombre y una mujer, que representan a los judíos auténticos, aquellos que saben escuchar la voz de Dios -como María y José-, los que reconocen a su mesías y lo proclaman a los que están alrededor. Los dos son muy conscientes de las dificultades, los dos pisan tierra, y Simeón hasta predice que no todos aceptarán a Jesús de forma que el sufrimiento estará también presente en las vidas de los que quieren vivir a fondo la voluntad de Dios. La cruz, la entrega por amor, ya proyecta su sombra en los relatos de la infancia. Pos supuesto que estas cosas están ahora sólo insinuadas. Lucas quiere animar a sus lectores, a nosotros, a que sigamos leyendo, todavía tiene mucho que decirnos. Pero la pregunta fundamental ya está lanzada, para que nosotros la aceptemos como un reto: ¿quién es Jesús? ¿Qué dices tú de él?
Para responder a ella, ante todo, también nosotros tenemos que dejar que el Espíritu nos vaya iluminando, nos regale la fe, nos indique dónde poder encontrar a Jesús. En nuestro mundo de hoy la pregunta "¿quién es Jesús?" no se responde sólo con una frase memorizada, sino con una vida que pretenda tener sus mismas actitudes de amor, de lucha por la justicia, de solidaridad. A todo esto nos está invitando Lucas en su evangelio.

jueves, 25 de diciembre de 2008

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

¡¡Feliz Navidad a todos!!
Que el niño que esta noche ha nacido sea luz de verdad y autenticidad para todos los hombres y mujeres del mundo.

martes, 23 de diciembre de 2008

¡Cumplimos un mes!

Este sitio web www.bibliayvida.com cumple hoy su primer mes. Seguimos adelante con nuestro proyecto de divulgación bíblica en relación con la vida. Nuestras secciones de Alumnos y Recursos van aumentando poco a poco, especialmente con materiales relativos a Pablo. Además en febrero será inaugurado el blog de alumnos de la asignatura "Escritos Apostólicos". En total, esto marcha lento pero seguro, esperando, como siempre, que os sea útil, sobre todo, porque os haga pensar, que de eso se trata.
¡Nos seguimos leyendo!

domingo, 21 de diciembre de 2008

Domingo 4º de Adviento: «¡Hágase!»

Lucas 1,26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo:
­-Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:
-No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel:
-¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?
El ángel le contestó:
-El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.
María contestó:
-Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.
Y la dejó el ángel.
La Lectio Divina siempre es una propuesta de lectura y oración «implicante», es decir, para que busquemos en el relato reflejos de nuestra propia vida y nos dejemos iluminar desde él. Ésta es también la sugerencia que hacemos hoy.
El texto del evangelio de este domingo, muy conocido, lo solemos llamar «anunciación a María», pero también podríamos llamarlo «vocación de María». La experiencia de María no está escrita para nosotros como anécdota ni como curiosidad, sino para que nos sirva de modelo con el que confrontar nuestra propia vocación.
Comienza el texto de forma muy clara, desde Dios. El origen de toda vocación, de toda llamada, está en Dios. Él tiene la iniciativa en amor, en perdón, en reconciliación, en llamarnos al servicio de los demás. Dios viene, además, a nuesta realidad cotidiana; el pueblecito de Galilea representa la humildad de la vida. Nadie esperaba que el Mesías naciese en Galilea, pero los planes de Dios rompen nuestros prejuicios constantemente.
La llegada del Señor a nuestra vida quiere llenarnos de alegría; ésta es la primera palabra del ángel: «Alégrate». María, por su parte, siente y reflexiona («se turbó y se preguntaba»), ella está atenta a Dios, es capaz de escucharlo y por ello, cuando Dios se cruza en su vida, todo su ser (sentimiento y razón) se deja impactar por él. Podríamos recapacitar y preguntarnos si nosotros estamos tan abiertos a Dios, si nos damos cuenta de los centenares de veces que pasa a nuestro lado cada día, si sabemos escuchar lo que nos pide.
A continuación, el ángel le transmite un anuncio increíble. A partir de la humildad de María Dios será capaz de hacer cosas inauditas; María dará a luz al Mesías, al Esperado, a aquel que va a darle la vuelta a este mundo injusto como a un calcetín, al que va a poner patas arriba el sistema de opresión en el que vivimos para instaurar la justicia auténtica.
María expresa también su duda; no porque desconfíe, como tantos otros, ante la llamada de Dios, sino porque comprende la enormidad de lo que el ángel le está anunciando. La respuesta del ángel, en el fondo, es sencilla: «No te preocupes, Dios se encarga de todo, para él no hay nada imposible». Y hasta le da un signo del poder y amor de Dios que María no había pedido: Su pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez. También a nosotros Dios nos da multitud de signos en nuestra vida cotidiana; seguramente no serán milagrosos, pero ciertamente son expresión de su inmenso amor por cada uno de nosotros. Lo difícil es estar atentos para captarlos.
La frase final de María, breve y concisa, murmurada en la intimidad de una diminuta aldea de un rincón perdido del Imperio Romano, hace miles de años, parte la Historia de la humanidad en dos, brillando como un fogonazo de luz propia.
Lucas, además de contarnos, con su estilo, cuál fue la experiencia interior de María, también quiere que nos acerquemos a ella, que seamos capaces de escuchar, como María, la llamada de Dios que para cada uno es distinta, que podamos sentirnos interpelados en nuestros sentimientos y en nuestra razón, en todo nuestro ser, que vislumbremos los signos del amor de Dios que nos rodean constantemente y que, por fin, seamos capaces de decir sí a su reclamo, con la confianza de que el mundo entero será distinto, Dios lo hará distinto, gracias a nuestro humilde «hágase en mí según tu palabra».

martes, 16 de diciembre de 2008

Materiales de Navidad

Hoy os dejo tan sólo un enlace, que se acercan las Navidades y se acumula el trabajo previo a las vacaciones.
En el sitio web de los Salesianos de Valencia (www.salesianos.edu) podemos encontrar recursos muy interesantes acerca de la Navidad. Echadle un vistazo:
http://www.salesianos.edu/home.asp?at=especial_navidad2008

domingo, 14 de diciembre de 2008

Juan Bautista: Testigo de la luz

Evangelio. Juan 1,6-8.9-28
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran:
-¿Tú quién eres?
Él confesó sin reservas:
-Yo no soy el Mesías.
Le preguntaron:
-¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?
Él dijo:
-No lo soy.
-¿Eres tú el Profeta?
Respondió:
-No.
Y le dijeron:
-¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?
Él contestó:
-Yo soy la voz que grita en el desierto: «Allanad el camino del Señor», como dijo el profeta Isaías.
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:
-Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?
Juan les respondió:
-Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
El evangelio de Juan tiene un atractivo especial. Su vocabulario es sencillo, pero su forma de narrar, de insistir dando vueltas a las ideas, de sorprender e interpelar, resulta fascinante. El fragmento de hoy nos presenta la misma escena que el domingo pasado nos contaba Marcos, pero Juan añade sus matices.
Para empezar, el Bautista -no nos confundamos, aunque el Bautista y el evangelista se llamen Juan, son dos personas distintas- es presentado como enviado. Dios le ha dado una misión, preparar al pueblo anunciando la próxima venida del Señor.
También el autor del evangelio se siente enviado, siente que escribir el evangelio es una misión muy especial que no sólo recuerda que Jesús vino, como si fuese una historia vieja, sino que hace de nuevo presente su mensaje entre nosotros. Y también pretende que nosotros, lectores muchos siglos después, nos demos cuenta de que Dios nos sigue enviando, nos sigue dando esta misma misión de anunciarlo.
Juan vino como testigo; no sólo cuenta lo que le han dicho, él testimonia de lo que vive. Es testigo de la luz que viene al mundo. La luz -más tarde, en el evangelio, Jesús nos dirá que él es la luz-, viene al mundo para poner las cosas en su sitio, para que se vean con claridad el bien y el mal, que tantas veces nosotros somos incapaces de distinguir con certeza.
¿Y cuál es la finalidad del testimonio de la luz? Que todos vengan a la fe. Creer en Jesús; creer que él viene a nuestra vida para renovarnos y llenarnos de Vida nueva es el objetivo de todo el evangelio, y también de la predicación del bautista.
Pero pronto surgen los problemas; hay quien quiere oponerse a esta luz que está por llegar y que el Bautista anuncia. Brotan las preguntas en un mundo que no quiere aceptar la luz porque quienes la anuncian incomodan. «¿Quién eres? ¿Qué dices de ti?» La trampa es clara: «Si tú eres el Mesías, si pretendes ser el Profeta de Dios, entonces tendremos que fiscalizarte, que ‘domarte’ para que tu mensaje se amolde a nuestro sistema de opresión y egoísmo.» Pero Juan no muerde el anzuelo; él no es el Mesías, él sólo es una voz que grita en el desierto que el Señor llega y que hay que convertirse a él. A los enviados de Dios, a los auténticos, no se les puede manipular porque son testigos, porque antes han vivido en profundidad aquello que predican.

jueves, 11 de diciembre de 2008

San Pablo, vida, iconos y encuentros para orar (Revista "Orar" nº 203)

Hoy os presento una revista que ha caído en mis manos y me ha parecido interesante, se trata del número 203 de la revista Orar. No es una publicación de tema bíblico, pero en este caso ha tomado la figura de Pablo como referente y presenta veinticuatro iconos y explicaciones de ocho encuentros de oración y reflexión sobre la figura del gran Apóstol de los gentiles basándose en los textos de sus cartas. Pienso que puede ser un material muy interesante para gustar los textos de Pablo no sólo con la cabeza sino también con el corazón, para de este modo llevar la vida a la Biblia y la Biblia a la vida.
Podéis encontrar más referencias en http://montecarmelo.com/orar.php

lunes, 8 de diciembre de 2008

8 de diciembre: La Inmaculada Concepción de la Virgen María

Hoy es un día para dar gracias. Estamos en tiempo de Adviento, tiempo de espera; y la fiesta de hoy llena de color la espera. No esperamos de cualquier manera, nuestra espera está teñida de gratitud; y la gratitud convierte la espera en esperanza.

Génesis 3,9-15.20
-...Adán, ¿dónde estás?
- Oí tu ruido en el jardín y me dio miedo...
La primera lectura nos recuerda que, ante el pecado del hombre y la mujer, Dios los busca; ante nuestro pecado, Dios también nos busca, se acerca, se muestra preocupado, dispuesto, acogedor, quiere poner remedio a la situación.

Efesios 1,3-6.11-12
...Dios nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos por el amor...
La segunda nos descubre el gran misterio del universo: Desde siempre, Dios ha preparado nuestra salvación, nuestra felicidad, nuestra redención. Desde siempre el amor ha sido el motor del universo entero.

Lucas 1,26-38
...María contestó:
-Aquí está la sierva del Señor, hágase en mí según tu Palabra...
¿Por qué propongo la gratitud como actitud principal en el día de hoy? Para empezar por el doble regalo que recibimos en María:
  1. Dios nos la regala como modeo de ser humano, pura, inmaculada, rompiendo todo pesimismo, afirmando que para Dios es posible sanarnos en raíz.
  2. Además, María también nos hace un regalo, nos regala el sí, nos regala su entrega, su decisión de aceptar la Palabra de Dios y, para ello, nos muestra su capacidad de escuchar, de acoger la Palabra de Dios.
Si el ser humano está herido desde la raíz por el mal, tanto que a veces nos parece imposible huir de él, Dios es capaz de ir más profundo todavía y sanarnos. Éste es el gran mensaje de la Navidad, preparado desde María, preparado desde toda la eternidad.
Alegrémonos y demos gracias, se acerca nuestra liberación.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Marcos: ¡Comienza la Buena Noticia!

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: ‘Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.’»
Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correo de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba:
- Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Marcos 1,1-8
Comienza el libro que Marcos escribió sobre Jesús, y lo primero que nos dice es que se trata de una buena noticia (evangelio) acerca de Jesús que es el Mesías (Cristo) e Hijo de Dios. En tiempos de Marcos la palabra «Mesías» podía significar muchas cosas para los judíos y la expresión «Hijo de Dios» otras tantas para los de cultura griega o romana.
Y es que Marcos lo que va a escribir es novedoso, por eso le interesa llamar la atención del lector para que se interrogue.
La cita del profeta Isaías va en la misma línea: hay que preparar el camino al Señor, es necesario un mensajero que pregone su llegada, al estilo de los voceros que precedían a las personas influyentes en su camino por la ciudad para que los de más baja condición dejasen paso. Pero este mensajero es extraño, grita en el desierto porque el Señor que llega no viene avasallando, más bien al contrario, es necesario salir de la ciudad, ir al desierto para escuchar este anuncio, es necesaria la actitud de la escucha, de la búsqueda, de no quedarse cómodamente instalado en la propia mediocridad.
Tras esta introducción nos presenta a Juan Bautista, personaje extraño y sorprendente, con la fuerza de los antiguos grandes profetas. ¡Llevaban siglos sin profetas! Muchos acuden a él porque no están contentos con su propia vida, porque saben que es necesario un cambio, pero no saben cómo darlo. Juan les anima, les da fuerza, les empuja a convertirse, a cambiar su mentalidad vieja por la nueva de quien espera al Señor que viene. Cambiar no es tan fácil, Juan no es ningún ingenuo, pero es consciente de que está anunciando algo grande, de que tras él llegará quien traiga el Espíritu Santo, la fuerza de Dios, ¡y él sí será capaz de transformarnos!
Juan también es sincero, la gente puede confundirse y tomarlo como el Mesías; pero él no engaña a nadie, él no es el dueño de su mensaje, y lo expresa con una imagen comercial que a nosotros nos resulta desconocida, pero que tiene un sentido muy claro.
Llevar sandalias sobre un terreno era símbolo de propiedad. Sólo el dueño podía llevarla, y no los esclavos. Cuando alguien quería ceder su derecho de compra o herencia sobre un terreno a otra persona, se quitaba la sandalia y se la entregaba (ver Rut 4,7-8). Aquí Juan está diciendo que Dios no le cede este derecho de propiedad sobre el pueblo. El pueblo de Israel pertenece sólo a Dios, y por eso mismo él vendrá a liberarlo como tantas otras veces ya ha hecho.

Para la reflexión y oración:
  • El mensaje de Jesús es buena noticia, produce alegría y esperanza.
  • Jesús es el Mesías esperado, ¿cuáles son mis esperanzas más profundas, cuáles mis deseos? ¿Estoy esperando que venga Jesús a mi vida?, ¿o es más cómoda mi vida sin él?
  • ¿Qué obstáculos hay en mi corazón o en mis actitudes que impiden la venida del Señor?
  • Cambiar no es tan fácil: confía en el Espíritu de Dios que todo lo puede.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Frases de Pablo...

Os dejo hoy otra frase de San Pablo:
Tres cosas hay que permanecen: la fe, la esperanza y el amor; pero la más grande de las tres es el amor.
1 Corintios 13,13

viernes, 5 de diciembre de 2008

Transformar el mal en bien

De las espadas forjarán arados, de las lanzas podaderas.
Isaías 2,4
Esta breve frase siempre me ha llamado la atención porque contrasta con nuestra forma de ver muchas veces el mal y el bien. Como si dentro de nosotros tuviésemos la posibilidad o la fuerza para hacer el mal y, por otro lado, la oportunidad y la energía para hacer el bien. Los malos -en la mayoría de las películas- deben ser aniquilados y los buenos tienen este cometido. Igualmente, habría fuerzas en nuestro interior que deberíamos "reprimir" para que otras fuerzas pudiesen salir a la luz.
Me parece que Isaías ha hecho una reflexión sobre esto y ha sacado una conclusión distinta. Él no dice que las espadas y las lanzas serán destruidas, quemadas y pulverizadas y que, por otro lado, se construirán herramientas para la vida -para el cultivo del campo que produce alimento y vida-; Isaías se ha dado cuenta de que son las mismas armas, el mismo hierro y madera, las mismas energías que los seres humanos tenemos dentro, las que pueden convertirse en armas de destrucción o en objetos de vida nueva y fecunda.
No se trata de "reprimir" en nuestro interior unas fuerzas y de sacar a la luz otras, se trata de enfocar, de canalizar toda la energía que Dios nos ha querido regalar hacia la donación de vida, que cuesta ciertamente esfuerzo, pero que es capaz de crear un mundo de Paz, que es de lo que se trata.
En resumen, Isaías, hasta cuando es utópico e idealista, tiene los pies en la tierra y escribe cargado de realismo.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Opiniones sobre La Biblia en Internet

También se habla de la Biblia en Internet, y mucho.
En la entrada de hoy os propongo una página que me parece bastante interesante. Se trata de un foro literario organizado por Laura Gallego para motivar a la lectura sobre todo a adolescentes. En una de sus secciones, los usuarios escriben sus opiniones acerca de distintos libros, y, mira por dónde, uno de los libros a comentar (entre otros cientos) puede ser la Biblia.
Lo más valioso de este enlace es ver cómo se expresan distintas personas, creyentes o no, acerca de la Biblia y observar cuáles son sus inquietudes.
Os dejo el enlace:
http://lauragallego.com/phpBB2/viewtopic.php?t=17585
Ya me comentaréis qué os parece y, si queréis, podéis registraros en el foro de Laura Gallego y opinar también allí.

martes, 2 de diciembre de 2008

¡Podemos!

Habitará el lobo con el cordero, la pantra se tumbará con el cabritillo, el novillo y el león pacerán juntos: un muchacho pequeño los pastorea. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león comerá paja con el bue. El niño jugará en la hura de la víbora, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. noharán daño ni estragopor todo mi monte santo: porque está lleno el país de conocimiento del Señor, como las aguas que colman el mar...
Isaías 11,1-10.
Tenemos tendencia a domesticar la Biblia. Ante este texto tan maravillos lo fácil es decir que el profeta imagina de forma poética un futuro en paz y concordia hasta expresarlo con contrastes imposibles.
Pero no es eso, al menos no exactamente, al profeta le importa un pimiento lo que pensemos acerca de lo que él ha escrito, lo que le interesa de verdad es lo que hagamos, es cómo reaccionemos.
Hoy este párrafo me ha recordado el lema, que ya nos parece viejo, con el que nos acercábamos a la Eurocopa hace no tanto. Podemos. De verdad que podemos construir un mundo basado en la concordia y el respeto, de verdad que podemos vivir en paz. La paz es posible. El principal escollo es nuestra falta de confianza en que, ciertamente, podemos. Podemos porque el Señor está con nosotros, porque él pone toda su fuerza y su empeño en que nos pongamos a construir su reino de Paz y Fraternidad con mayúsculas. Que sí, que podemos, de verdad.
¡Creo, Señor, pero aumenta mi fe!

lunes, 1 de diciembre de 2008

¡ 500 !

Ya sé que no son muchas, comparando con las cifras de visitas que se suelen manejar en internet, pero no deja de ser un primer hito importante en un blog tan sencillo el haber llegado a las 500 visitas. Esto es sólo el principio, ahora, con el blog y la página www.bibliayvida.com podemos por fin añadir recursos y otros elementos de interés que sean útiles para los que nos visitáis.
¡Seguimos!