Rechaza los otros pretendientes, los ídolos, que son tantos y tan aparentes, porque sólo Dios puede satisfacer sus anhelos.
Salmo 15
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: "Tú eres mi bien".
Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.
Multiplican las estatuas de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
El orante se siente satisfecho y agradecido a Dios, saciado de alegría. Pero no es un ingenuo; sabe que miles de ídolos pretenden suplantar a Dios, pretenden satisfacer al hombre con gozos pasajeros y vanos. La herencia que el Señor nos deja no es la más grandiosa ni espectacular; el mismo Jesús promete persecuciones a quien le siga, pero es la única heredad que colmará los deseos profundos del alma.
Sólo acercándonos a la intimidad con Dios que expresa el salmo podremos superar las tentaciones de los falsos dioses. ¡Son tantos y parecen tan agradables! El dinero, el poder, el placer, la comodidad, el egoísmo… Quieren ser fines en sí mismos, y prometen una felicidad que no podrán dar.
El salmista ha hecho su opción firme y confiada por Dios. Él no le fallará. Le acompaña siempre, le instruye siempre, llena sus entrañas –todo su ser– de alegría. Y le ilumina el sendero de la vida hasta llegar a la alegría perpetua.
que salmo mas bonito, y una preciosa oracion. En el mundo "civilizado" los dioses son otros. pero aun asi veo este salmo perfectamente apicable al mundo de hoy.
ResponderEliminary sigo pensando que es una preciosa oracion, sobre todo el primer parrafo.