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sábado, 21 de noviembre de 2009

Domingo. 34. Jesús-Rey

Juan 18,33b-37

Dijo Pilato a Jesús:
—¿Eres tú el rey de los judíos?
Jesús le contestó:
—¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?
Pilato replicó:
—¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?
Jesús le contestó:
—Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.
Pilato le dijo:
—Conque, ¿tú eres rey?
Jesús le contestó:
—Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.

El Evangelio de Juan casi nunca habla del «Reino de Dios». Centra todo su mensaje en Jesús mismo, por eso prefiere hablar de Jesús como Rey. Pero es muy consciente de que la idea puede ser malinterpretada. Por ejemplo, después de la multiplicación de los panes y los peces, la gente quería cogerlo para hacerlo rey, y él se escabulle. No quería que su mensaje se confundiese con los reyes de este mundo, que hacen uso de la fuerza militar y de la presión de los impuestos para conseguir sus objetivos. Jesús-Rey no tiene nada que ver con estos reyes.
Pero en la lectura de hoy Jesús dice claramente que sí es rey. ¿Por qué se ha dado este cambio? ¿Es que ahora sí quiere ser coronado?
La gran diferencia está en que ahora lo están juzgando y lo van a condenar. ¿Qué es lo que ha hecho? Sencillamente decir la verdad, condenar la injusticia, traer la salvación de parte de Dios. Le condenan por ser coherente con su misión.
Pero el evangelista Juan quiere que vayamos más allá, quiere que comprendamos lo que él entendió después de la resurrección: que Jesús se entrega por amor. Podría haberse escabullido de nuevo, sabía que le tenían ganas, que iban a por él. Pero él ha decidido ser coherente hasta el fin, no esconderse, sino entregarse por amor a nosotros y a su misión. Jesús es todopoderoso porque se entrega del todo. Es Rey porque domina sobre todo el odio con su amor total. Éste es el único sentido cristiano del poder, del reinado, del dominio.
Nosotros, si queremos seguir a Jesús, estamos llamados también a ser poderosos, es decir, a servir; estamos llamados a reinar, esto es, a amar; estamos llamados a dominar, es decir, a entregarnos a los demás, dominando nuestros impulsos egoístas hasta hacernos totalmente amor como él.
Si en la Iglesia nos convenciésemos a fondo de que todos estamos para servir seríamos fermento de transformación del mundo con mucha fuerza, con la potencia inimaginable del Espíritu de Dios que habita en nosotros y nos empuja al amor.
Todos los cristianos, sin importar nuestro cargo, responsabilidad o función; todos los obispos, presbíteros, monaguillos, catequistas, lectores, ministros de la comunión a los enfermos... todos estamos llamados a servir.
Hoy podemos preguntarle a Jesús mismo en la oración: «Señor, ¿cómo puedo servir?» Si rezamos con sinceridad, seguro que él nos responde a través de nuestra vida cotidiana, de las personas que tenemos más cerca, o de aquellas a las que nos podemos acercar.
Y quizá nos llame a misiones más arriesgadas: ¿podríamos servirle en las misiones?, ¿en alguna vocación consagrada?, ¿en la vocación familiar cristiana?, ¿en la parroquia?, ¿en cáritas?, ¿en el trabajo/colegio?, ¿en asociaciones? ¿en el barrio?
Atrevámonos a hacerle esta pregunta, que él nos lanzará a una misión que nos llenará de alegría.

6 comentarios:

  1. Como de costumbre, sigues con tu racha de comentarios preciosos. ¡Qué hermoso sería el mundo si todos nos hiciéramos en serio esa pregunta! Yo voy a hacerte caso (y a hacerle caso a Él) y preguntármelo en serio a mí misma, a ver en qué se puede mejorar ^^
    Y lo mejor es que, conociendo a Jesús aunque sea sólo un poquito (como es mi caso), seguro que ese servicio es un placer y me hace más feliz, porque yo creo que Dios nos quiere ver tan felices en este mundo como podríamos estarlo en el siguiente ;-)

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  2. esa pregunta reconozco que me asusta, no el hacerme la pregunta, si no la respuesta que me puede dar, y me recuerda que aun debo de confiar mas en cristo, mucho mas, y no tener miedo, pues el conoce mejor que nadie mis capacidades, ademas al igual que no tendria miedo de un amigo, no debo de tenerlo del amor mismo. ainss... me parece que yo tambien, me tengo que plantear a fondo esa pregunta.
    bonito comentario, da que pensar, pero para bien. Del texto, ademas de ponerme algo triste por se el comienzo de la pasion, sin duda veo la inteligencia de cristo, y no solo su inteligencia, si no lo especial que es, y me recuerda todo lo que hizo y hace por nosotros.

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  3. Vaya, gracias a las dos, Estelwen y Andromeda, me vais a sacar los colores... :-)
    Me parece que Andromeda ha dado en la clave al mencionar la confianza en él, que tanto nos cuesta. Preferimos estar quizá muy seguros de nosotros mismos, antes que dejarnos querer.
    Y, Estelwen, es posible que el servicio que Jesús nos pide sea un "placer", pero seguramente no en el sentido acostumbrado de la palabra placer, que casi siempre tiene más de centrarse en uno mismo que de darse a otros (tampoco digo que el placer sea malo, claro). El "placer" de darse comporta muchos "sacrificios". Puede parecer que ambas cosas sean contrarias, pero creo que precisamente esa es una de las enseñanzas más valiosas: el esfuerzo y el sacrificio producen un "tipo" de placer mucho más hondo y auténtico que el que nos presentan muchas veces como "placer".

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  4. javi, solo digo lo que pienso te estan saliendo unos comentarios muy chulos.

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  5. Hombre, no me estaba refiriendo al placer hedonista de estar tranquilamente comiéndome un helado de chocolate mientras leo un libro adictivo con mi novio al lado. Esos están bien, pero no son lo único, y no son de los que yo hablaba en mi comentario. Me refería más al placer como satisfacción, como sentirte orgulloso de ti mismo, más feliz y realizado ante un trabajo bien hecho que sabes que va a mejorar el mundo. Eso también es un placer, si entedemos por placer todo aquello que te hace más completo, feliz y mejor persona, ¿no? ;-)

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  6. Claro, yo también pienso que ese es el "placer" auténtico. Pero me dala impresión de que no somos muchos más los que lo creemos de verdad.

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