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sábado, 12 de septiembre de 2009

Domingo 24º: ¿Cuánto vas a arriesgar por mí?

Marcos 8,27-35

Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino preguntó a sus discípulos:
—¿Quién dice la gente que soy yo?
Ellos le contestaron:
—Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas.
Él les preguntó:
—Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Pedro le contestó:
—Tú eres el Mesías.
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
Y empezó a instruirlos:
—El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y maestros de la ley, ser ejecutado y resucitar a los tres días.
Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió, y de cara a los discípulos increpó a Pedro:
—¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!
Después llamó a la gente y a sus discípulos y les dijo:
—El que quiera venirse conmigo que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por el Evangelio, la salvará.

La pregunta es clásica, antigua, ancestral, pero nunca podremos dejar de hacérnosla: ¿quién dices tú que es Jesús? ¿Qué significa para ti Jesús? ¿Qué expresas, qué dices en voz alta sobre él?
La respuesta de Pedro nos tiene que servir tan sólo como ejemplo, como guía o renglón sobre la cual escribir la nuestra. Sobre todo porque la palabra «Mesías», no significa apenas nada en nuestra sociedad, en nuestro mundo, en nuestra vida.
Mesías era, en aquella época, una palabra peligrosa y muy ambigua. Muchos esperaban un Mesías militar, que organizase al pueblo en contra de los opresores romanos para conseguir la independencia. Algunos grupos más selectos, como los esenios, esperaban un Mesías sobre todo religioso, que reformase por dentro el culto, el templo y la vivencia profunda de su fe. Y para otros muchos la figura del Mesías no era especialmente importante en su fe judía.
Pero lo que nadie esperaba era un «Mesías sufriente», un Mesías que iba a ser «condenado y ejecutado» por los dirigentes, un Mesías que resucitase por el poder de Dios. Es por eso por lo que Jesús insiste en que «no lo cuenten a nadie».
El texto de hoy está justo en la mitad del evangelio de Marcos; algunos dicen que se puede dividir en dos partes cortando por aquí. «Evangelio de Jesús, Mesías, Hijo de Dios», es el primer versículo (el título) del libro de Marcos. En nuestro texto se afirma que Jesús es el Mesías y hacia el final del evangelio alguien reconocerá, ante la cruz, que Jesús es Hijo de Dios. En resumen, el evangelio de Marcos trata de responder a la pregunta: ¿Quién es Jesús?... mejor dicho, trata de darnos pistas para que nosotros respondamos a esa pregunta.
Hoy leemos que: Es el Mesías; es un Mesías que no quiere que se sepa para no ser malinterpretado; es un Mesías que será rechazado y ejecutado y resucitará; es un Mesías que invita a todos (la gente) a participar en su mismo destino de sufrimiento (coger la cruz), y de resurrección (salvar la vida).
La pregunta del principio podría quedarse en la mente, en las ideas: «tengo tal o cual idea de Jesús» pero se convierte en una pregunta vital, que toca la existencia. Cuando Jesús dice: «el que quiera venirse conmigo...» ya no está preguntando: «¿qué piensas de mí en la intimidad de tu mente?», sino «¿cuánto de tu vida estás dispuesto, estás dispuesta, a arriesgar por mí?»

5 comentarios:

  1. Me parece un texto curioso, aunque duro. Duro porque me parece algo injusto que Jesús califique a Pedro de "Satanás" cuando él sólo se preocupaba por él y expresaba su deseo de que no le sucediese nada malo. "Piensas como hombre", le increpa Jesús... pero, ¿acaso puede pensar él, acaso podemos pensar nosotros, de otro modo que no sea como hombres? Si pudiésemos pensar como dioses, eso es lo que seríamos, ¿no?
    En segundo lugar, me parece muy duro también lo de "el que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo". ¿Cómo vamos a negarnos a nosotros mismos? ¿Acaso no quiere Dios que seamos felices y disfrutemos de la vida? A mí nunca me ha gustado demasiado esa perspectiva critiana que tienen algunos de que "al mundo se ha venido a sufrir" y que "hay que negarse los placeres". Nunca me ha parecido sana. Yo creo que hemos venido al mundo para ser felices (para ayudar a los demás y ser las mejores personas posibles también, claro, pero eso siempre dentro de un marco de felicidad y no de padecimiento).

    Una cosa que me ha llamado mucho la atención al final del texto, a ver si me la puedes explicar: Si se supone que los Evangelios fueron escritos varias décadas después de la muerte (y resurrección) de Jesús, ¿cómo es dice al final "...el que pierda su vida por el Evangelio", si entonces los Evangelios aún no existían?

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  2. Sí es un texto duro, ciertamente, pero el motivo más claro era que Marcos lo quería así. En realidad es un cambio de acto, casi como en las obras de teatro, él mismo quiso dar la impresión de que estabas empezando un libro nuevo, distinto, en el que ibas a descubrir por fin los misterios que en el "anterior" (la primera mitad) habían quedado en la sombra (aunque insinuados). Esto explica la dureza de la expresión ("¡Satanás!") y la llamada a "tomar la cruz". Aún así Marcos todavía ofrece otras dos predicciones de la pasión y, al final, el relato crudo e intenso de la pasión misma.
    Tampoco creo que Marcos esté proponiendo que haya que "negarse los placeres" (aunque sí hay ciertas espiritualidades a lo largo de la historia que lo han entendido así, tanto cristianas como no cristianas). Sabemos, de hecho, que Jesús disfrutaba de los banquetes, participaba en bodas, bebía vino (hasta que lo insultaban y todo llamándolo borracho y comilón) y compartía su tiempo con buenos amigos que tenía desperdigados por Palestina.
    Lo de negarse a "sí mismo" es más complejo; no se trata de negar la propia felicidad, porque Dios nos quiere felices, sino de saber encontrar esa misma felicidad donde difícilmente la veríamos si Jesús no nos hubiese enseñado el camino: en la cruz, que es "entrega libre por amor" y no simplemente "resignación".

    Y otra cosa, la palabra "Evangelio" tiene una historia muy interesante. Es bastante difícil que en este caso sea una frase literal de Jesús. Para los primeros cristianos el "Evangelio" era Jesús mismo y todo lo que él significaba: su muerte y resurrección, su entrega por amor. La predicación del Evangelio era lo que hacía presente al mismo Jesús que transformaba los corazones de los que lo escuchaban. Por eso Pablo, que es el que escribe los textos más antiguos que tenemos del cristianismo, ya lo usa en esos dos sentidos: el misterio de Jesús y la predicación del mismo (activa y eficaz).
    Cuando Marcos le pone de título esa palabra "Evangelio de Jesús, Mesías, Hijo de Dios", ya era una idea conocida por los cristianos. En el siglo segundo, cuando se recogen los cuatro libros que cuentan lo que Jesús "hizo y dijo" se les llama "Evangelio según X" (en singular, porque el Evangelio es sólo el de Jesús). Más adelante (creo que en el siglo III) se pone a esos cuatro libros el nombre de "evangelios", en plural, designando físicamente el libro.

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  3. Añado: El primer autor que inequívocamente llama "evangelios" a los escritos que nosotros conocemos es Justino, fallecido en el año 165 (siglo II, claro).

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  4. siento no haber comentado antes, al final fui a misa un poquito tarde... (*-*) pero fue para bien, fui con una amiga mi amiga iba por motivos personales, y a la salida, me comento lo tranquila que se habia quedado... y es que Dios es bondadoso, ¿como no iba a sentar bien ir a misa, Dios solo da cosas buenas, aunque a veces de la impresion de lo contrario?.
    al texto, iba a poner lo que me llamaba la atencion de el, pero la verdad es, que entero me llama la atencion. No me extraña que se enfadara con Pedro,porque despues de hablarles con claridad, y haber reconocido que era el mesias, se pone como se pone, parece que queria tentarlo con no cumplir la mision encomendada en este mundo, supongo que le "regañaria" en alto, para que sirviera tambien de toque de atencion al resto de los discipulos.
    El final del texto lo considero muy importante,y duro, jesus hablo duro, porque seguirle es algo duro, no es un lecho de rosas precisamente, aunque si maravilloso y bonito a pesar de todo.
    yo entiendo el negarse a si mismo, aunque en la iglesia explicaron esto y lo entendí, pero entiendo mejor que el negarse a si mismo significa rechazar todo el mal, el mal que a veces (javi corrijeme si es un disparate las cosas que digo) va con nuestra personalidad, para que explicaros que quiero decir con esto un ejemplo tonto, imaginaos que a mi me gustara emborracharme, eso es algo que esta mal, primero es antisaludable, y ademas no lo veo etico (quizas cuestion de opiniones) por todo lo que trae consigo,en resumen aunque me encantara lo disfrutara y estubiera de acuerdo, es algo que esta mal. Y si quisiera seguir a cristo, tendria que rechazar esa parte de mi, que incluso aunque este de acuerdo, debo de rechazar porque no estaria bien, al fin y al cabo negarme a mi misma. Espero haberme explicado lo que queria decir, pero es que esto es algo que ultimamente he pensado bastante. Cargar con nuestra cruz, problemas, preocupaciones, dificultades etc etc etc, y a pesar de ello, seguirle, y hacer todo lo posible por no desfallecer.
    El que quiera salvar su vida la perdera,pero el que la pierda por el evangelio (por cierto javi en mi biblia no pone la palabra evangelio, supongo que es normal) la salvará cada vez que escucho o leo esta frase me pongo en la situacion de la dificultad de ser cristiano y creo que mas catolico,por ejemplo, en tiempos de los romanos, de las persecuciones, si te pillaban, sabias que al reconocer que eras cristiano, te costaba la vida, y quien sabe si la de tu familia, aun asi lo reconocian y aceptaban con gran confianza en dios la situacion , su vida se salvaba porque aunque esta vida es muy importante la vida eterna aun es mas y ellos salvaban su vida eterna, pero sin embargo no creo que consiguieran salvar su vida eterna, los romanos que iban matando y torturando. Aunque solo Dios lo sabe.
    Y es mas, estoy segura, que quienes servian a cristo, sabiendo quien era, y lo maravilloso e importante que es, eran felices a pesar de tanto sacrificio y tanto dolor, porque lo hacian llenos de amor hacia dios y hacia el mundo, e intuian la importancia y necesidad de su sacrificio, y que era por un ser (ya se que la palabra ser para dios se queda pequeña) que merecia totalmente la pena, y que es verdadero amor puro.
    Voy a cortar ya el comentario, creo que me estoy poniendo romantica. Jijiji Creo que se nota que ultimamente le he estado dando muchas vueltas al texto.
    bueno, una cosa mas, javi, me gusta como lo has titulado, y es algo en lo que ultimamente pienso mucho, antes de que pusieras este tema, y animo a meditar ese titulo que has puesto, me ha hecho darme cuenta de muchas cosas sobre mi que no estaba al corriente, y del valor que hace falta para seguirle con todo el corazon, hace que aun admire mas a los santos.

    chao. recuerdos a todos. Y que tengas buena vuelta a clases si no las has tenido ya.. Margarita

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  5. Gracias por tu comentario tan interesante, Margarita.
    Estoy de acuerdo en que "negarse a sí mismo" se refiere al interior de cada uno, tan complejo, y que nos tira a veces hacia el mal, el egoísmo, la comodidad, y otras veces hacia la generosidad y la entrega. Creo que "negarse a sí mismo" es luchar contra las tentaciones internas que quieren ponernos a nosotros mismos en el centro de todo y abrir los ojos para ver las necesidades de otros.

    Por cierto, la palabra "evangelio" debería ponerla sii estás mirando el evangelio de Marcos.

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