Una de cal y otra de arena. Si en el capítulo 11 veíamos que Pablo se sitúa en la órbita de su propia sociedad, que era ciertamente discriminatoria, en el capítulo 7 nos sorprende con un par de frases totalmente igualitarias:
Que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a su marido. No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente, el marido no dispone de su cuerpo, sino la mujer. (vv. 3-4)
Y digo que "nos sorprende" porque estas frases sonarían muy normales hoy en día, pero hace veinte siglos casi nadie hablaba de esa manera. Pablo también es capaz de romper las sólidas normas discriminatorias de su tiempo para comenzar a intuir que hay una igualdad fundamental entre varón y mujer. No es que él desarrolle estas ideas, sería un feminista super-adelantado a su tiempo, tan sólo digo que "intuye".
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Yo ahí más que igualdad fundamental, veo simplemente un llamamiento a la castidad, tanto por parte de hombres como por parte de las mujeres (es decir, que no se entreguen a nadie más que a la persona con la que están casados). No es que Pablo crea en la iguladad entre hombres y mujeres con este comentario, creo. Es que, si fuera diciendo que el hombre posee el cuerpo de la mujer pero el suyo lo puede entregar a quien le dé la gana, ni siquiera sería cristiano.
ResponderEliminarP.D.: No vayas a pensar que te rebato esto para fastidiar ni nada de eso. Es que le tengo mucha manía a las figuras de los "padres de la Iglesia" que restregaban a las mujeres por el fango. Igual que hablo así de Pablo hablaría de Juan Crisóstomo, de Agustín de Hipona, de Tomás de Aquino...
Me resulta interesante ese comentario que has hecho: "ni siquiera sería cristiano". Claro, es que precisamente el cristianismo, que tiene su origen en Jesús, se ha ido definiendo gracias a los hombres y mujeres que difundieron y reflexionaron su mensaje, como Pablo y muchos otros.
ResponderEliminarDe hecho, la idea de que la mujer ha de ser fiel pero el marido podía hacer lo que le diese la gana era la idea normal. Por eso sí pienso que Pablo, para decir esta frase, tiene que tener en la mente la igualdad fundamental entre varón y mujer; pienso que esa igualdad, que estaba en la mente de Jesús, ha permanecido en el cristianismo gracias a Pablo y a otros y otras que nos la escribieron y anunciaron.
En su época, el cristianismo no era una doctrina ya hecha del todo a la que Pablo se adhirió, era un movimiento en constante reflexión, desde la fidelidad a Jesús y la actualización ante los problemas nuevos de su tiempo. Precisamente lo mismo que es ahora.
Lo que quería decir es que, aunque bajo mano algunos hombres tuviesen amantes (en todas las sociedades), hay que recordar que el cristianismo está claramente influído por el judaísmo, ya que Jesús nació judío, y el matrimonio judío era monógamo por definición. Es decir, la monogamia era la actitud ejemplar del ciudadano recto. Pero es que pasaba lo mismo en Roma; en el Imperio Romano, el matrimonio era monógamo, y la infidelidad de ambas partes era causa de divorcio. Así pues, la conducta ejemplar en Roma era la monogamia. Que luego hubiera muhca gente poniendo los cuernos bajo mano, vale, pero no era algo socialmente bien visto. Y si Pablo quería decir cuál era el modo ejemplar de vivir en matrimonio, era obvio que dijera que el modo perfecto era la monogamia.
ResponderEliminarDe todos modos, si misógino te parece demasiado fuerte, se puede decir "machista". Aunque, francamente, sugerir que una persona por le mero hecho de ser mujer no tiene nada que ofrecer intelectualmente a su comunidad y por lo tanto debe cerrar la boca en las asambleas, me parece más misoginia que simple machismo. Aunque, claro, como tú dices, esto queda atenuado porque era lo normal en esa sociedad...
En cualquier caso, creo que queda claro que Pablo consideraba a las mujeres inferiores a los hombres, lo cual contraría el mensaje de Jesús, que fue el único rabino que las eneñaba y las tomaba como discípulas y el único que las trató con dignidad humana y no como a seres inferiores, además de elegir a una mujer para llevar a los demás el mensaje de su resurrcción.
De todos modos, me ha llamado mucho la atención una frase tuya: "el cristianismo, que tiene su origen en Jesús, se ha ido definiendo gracias a los hombres y mujeres que difundieron y reflexionaron su mensaje, como Pablo y muchos otros". Evidentemente, es normal que los que siguen a Crito reflexionen y hablen acerca de su mensaje. Pero creo que en ocasiones se ha llegado al punto de tomar como palabra de Dios reflexiones de personas que no eran Jesús. Por ejemplo, Jesús trató a las mujeres como iguales, pero despúes hubo tantos cristianos que ignoraron ese detalle y empañaron el cristianismo con sus propias ideas machistas, que al final resultó que se consideraba inmoral que las mujeres estudiaran, hablaran, se formaran y tuvieran derechos como los hombres, dando la vuelta al mensaje original. Y, encima, si alguien rebatía que Jesús dijon justo lo contrario, le tachaban de hereje. Lo que digan algunos padres de la Iglesia, por mucha fama que tengan, nunca debe oscurecer lo que dice el Nuevo Testamento, creo yo.
Bueno, son más aportaciones para el debate, que tampoco pretendo cerrar yo.
ResponderEliminarRespecto a que Pablo considerase que ninguna mujer del mundo ni de la historia tuviese nada que aportar intelectualmente a nadie hablaré la semana que viene (el famoso texto de Corintios de la mujer calladita).
Y hay otra cosa interesante en lo que dices, que merecería mucho más espacio: "en ocasiones se ha llegado al punto de tomar como palabra de Dios reflexiones de personas que no eran Jesús". Lo curioso es que de hecho Jesús no escribió nada, todo lo que tenemos en el Nuevo Testamento es de personas que reflexionaron su vida y sus ideas y las escribieron. Hubo muchos que hicieron y siguen haciendo eso, pero sólo 27 libritos fueron seleccionados por la Iglesia primitiva como "Palabra de Dios"... Pero, como digo, ese es otro tema, aunque muy interesante.