Al llegar la noche de aquel mismo día, primero de la semana, los discípulos estaban reunidos y tenían las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo: "¡Paz a vosotros!" Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. Jesús dijo de nuevo: "¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a vosotros." Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió: "Recibid el Espíritu Santo"Feliz domingo a todos.
Sobran comentarios cuando el día de hoy nos trae una página tan profunda como esta. Jesús está en medio de nosotros, aún cuando estamos asustados y hundidos en el miedo. Jesús entra, se aparece, se hace ver, y se muestra tal cual es, vivo, pero con las marcas del sufrimiento, de la cruz. Así es como nos da la paz, así es como nos envía. Ahora sólo nos queda dar el primer paso, salir de la sala, desatrancar la puerta de nuestro corazón cerrado y gritar a todo el mundo que las cosas pueden cambiar, que nuestro esfuerzo tiene sentido. Porque él está vivo, y nos lo hemos encontrado "En camino..."
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